!DEJA QUE SEA TU DIOS!
!DEJA QUE SEA TU DIOS!
”«Quédense quietos, reconozcan que yo soy Dios. ¡Seré exaltado entre las naciones! ¡Seré enaltecido en la tierra!».“
Salmo 46:10 NVI
Esta palabra me costó mucho entenderla y comprenderla al principio, no porque no la entendiera, sino más bien porque no quería saber o, mejor dicho, no quería aplicarla en mi vida. A pesar de haber estado en la iglesia desde muy niño y de haberme inculcado la palabra "Dios", en algún momento me dejé llenar de resentimiento, rencor, amargura e ira. Todo esto debido a que nunca permití que Dios tomara el control total sobre mi vida. ¿Y tú? ¿Acaso no sientes que todo lo que haces no está saliendo como esperabas?
Créeme que nunca había pensado que iba a decir esto, pues me gustaba tener todo bajo mi control. Es decir, ¿a quién no le gustaría tener todo bajo control? Pero aunque en mi casa todo estuviera en orden y mi familia me diera lo mejor que podrían dar, hubo un tiempo en el que lamentablemente todo perdió sentido y se salió un poco de control. Encerrado y sin amigos en ese momento, no entendía mucho lo que pasaba, ya que seguía feliz como siempre, con una relación genial con Dios y sin ninguna preocupación. Pero todo empezó a cambiar cuando empecé a sentirme solo, sin alguien con quien jugar o compartir, solo con la PlayStation y mi perro, ya que la preocupación del momento no permitía que mi familia estuviera mucho tiempo en casa. De repente, dejé de hablar con Dios y un día me fui con mis abuelitos a Ibagué, lo cual me gustó mucho, pero me alejé más de Dios. Aunque siendo niño sabía que eso era importante, no lo hice, pues decía que era un niño todavía que no necesitaba eso. Me devolví a Bogotá después de un tiempo y llegó finales de año. Mi abuelo enfermó y mi mamá tuvo que irse en vísperas de Navidad y Año Nuevo. A mí me golpeó muy duro y me sentí más solo, ya que pasé Año Nuevo con mi papá y mi tío solos en la casa, sin celebrar, sin nadie, ya que todos se habían ido. Nadie me decía por qué, solo que se fueron porque mi abuelo no estaba bien. Después fuimos a Ibagué y vi a mi abuelo unos días hasta que lo llevaron a una clínica donde pasó lo que nadie quería o esperaba: mi abuelo falleció. Pero él no era cualquier abuelo, era como mi papá, solo que más viejito, pero me enseñó todo desde que era niño. Esto marcó un punto de inflexión, pensé en mi mente: "Esto es culpa de Dios". Aun así, en mi dolor, traté de ser fuerte, al menos para que mi abuela no llorara tanto, pero esto me hizo más daño a mí, pues dejé a Dios completamente fuera de mi vida. No quería nada de él, me burlaba a veces sin que mis papás lo supieran, pues ellos seguían con el ministerio, y eso me dolía más, pues seguían como si nada hubiera pasado. Mi mamá y mi papá actuaban como si nada, lo que me llevó a hacer cosas por mis propias fuerzas. Me sentía bien por fuera, en el colegio me mostraba como el mejor, pero era grosero, totalmente desubicado y supuestamente fuerte, sin saber que había un dolor y amargura total que nadie sabía.
Endurecido de corazón, lastimé a mi papá, ya que le dolía mucho cómo hablaba de Dios delante de él y del ministerio. Tuve mucho orgullo y ego, creía que no necesitaba a Dios, que era autosuficiente, hasta que un día, ya estando en la etapa de mi vida en la que estoy actualmente, me di cuenta de que me sentía cansado, sin fuerzas y sin alegría. No me sentía con gozo y nada me llenaba. Llegaba a acostarme después del colegio sin más y yo no lo notaba, hasta que la señora que cuidaba a mi hermana me preguntó qué me sucedía, que me veía amargado y con rabia. Yo respondía que era normal, pero ella me decía que antes no era fácil de estresar y ahora me ponía bravo con nada. En el colegio nada me salía bien en lo académico y en la casa me sentía presionado sin poder dormir. Me veía ojeroso y sin la sonrisa que me caracterizaba de niño, y lo empecé a notar, pero sinceramente me daba igual, decía: "Eso es normal, solo estoy cansado". Pero en el colegio no me sentía igual, todo había cambiado, me sentía feliz y que podía con todo, pues allí tenía las cosas bajo control, menos lo académico, pero para mí era un problema menor. Esto hizo que me gustara ir al colegio y quedarme allí, lo que me llevó a llegar tarde a mi casa cada día sin que mis papás se dieran cuenta. En la casa era alguien totalmente diferente, sin energía y con ganas de dormir, amargado, bravo y solo, pues aunque mis papás estaban allí, yo me sentía solo. Para mí, que hicieran ministerio me dolía demasiado, me sentía traicionado y solo me refugiaba con mis "amigos". Hasta que un día en el colegio, mis mismos "amigos" me robaron, ese día me sentí peor de traicionado, me sentí impotente e iracundo, sin ningún otro refugio, estaba mal, cansado, herido, triste y solo. Entonces, sin más, un día a la madrugada me levanté llorando y oré, dije: "No más… quiero un cambio". El domingo de esa semana fui a la iglesia, pero de manera diferente, fui con ganas de ir, no como las otras veces. Desde entonces, estuve meses con mis líderes, Andrés y Laura, hablando sobre lo que sentía y lo que debía cambiar en mi vida, y aunque mejoré y perdoné muchas cosas, no dejaba que Dios tomara el control, hasta que en una reunión común y corriente me quebranté, pedí perdón y le dije a Dios que estaba cansado y que tomara el control de mi vida.
Hasta ahora trato de morir a mí y dejar que Dios tome el control, pues en mis fuerzas ya no quiero nada, pues con Dios he podido descansar. Perdón si sobrescribí demasiado, pero mi punto es que en tus fuerzas no lograrás nada más que cansancio y soledad, dale una oportunidad a Dios… Yo lo estoy intentando y si bien no todo es perfecto, pues todavía tengo muchas luchas con todo lo que pasó y con lo que pasa día a día, con Dios es más fácil, y por eso hoy quiero exaltarte, pues como dice el Salmo 46:10: "Estad quietos, y conoced que yo soy Dios; Seré exaltado entre las naciones; enaltecido seré en la tierra y todas las naciones".
Con cariño, Mauricio Gaona JR
Amén 🙏así es , dejar que Dios tome el control siempre será lo mejor . Gracias Maito por compartir tu testimonio.
ResponderBorrarMaito eres un joven apartado para el llamado de Dios y tu testimonio evidencia que Dios es de imposibles y nada se le escapa ! Eres la generación de predicar un Dios con fuego ! Que gran testimonio hoy haces que el corazón de los hijos se vuelvan al padre ! Un abrazo gigante ♥️ (Mache)
ResponderBorrarQue bueno ver a los jóvenes buscando la ayuda de Dios
ResponderBorrarBendiciones
Maiito eres esejoven maravilloso el cual el señor nos a dado un jove amable amoroso cariñoso pero sobretodo con un corazón conforme al corazón de Dios sabes que te amamos infinitamente eres es personita muy especial en nuestra vida
ResponderBorrarLa voluntad de Dios se está desarrollando en tu vida . Reconocer y entregar es de valientes. Dejarte guiar y avanzar es de sabios. Gran ejemplo de amor . Nunca será fácil pero siempre será seguro estar en las manos del Rey .
ResponderBorrarSigue avanzando tu obediencia será tu corona. Serás ante muchos normal , pero en Dios serás ganador.
Querido Mao, quienes hemos sido procesados por las manos de Dios entendemos su amor y fidelidad, gracias por este blog tan bonito.
ResponderBorrarUn fuerte abrazo
Felipe M
Me sentí muy identificada con los aspectos de mi vida que estoy pasando! Pero con Dios siempre hay solución por qué el nos estará guiando en cada proceso ❤️🙏🏻
ResponderBorrar🙏 q gran testimonio maito los tiempos de Dios son perfectos un 🫂
ResponderBorrarGracias por el aprendizaje y gran testimonio
ResponderBorrarMi niño precioso, eres muy valiente y el señor te exaltara, el mensaje que diste no solo aplica para tus luchas internas, sino para todo aquel que escuche tu testimonio y, a través de este, logremos entender que con Dios en nuestras vidas todo es mejor. Te amamos
ResponderBorrarMaito me ministro mucho tu testimonio, solo en la quietud conocemos quien realmente quien es nuestro Dios.
ResponderBorrarZulma C
Amado hijo se que Dios tiene un gran propósito con tigo , en esos momentos de quietud El nos habla y su Santo Espíritu siempre está con nosotros, tienes un gran corazon te amo y estoy muy orgulloso del joven que eres .
ResponderBorrarMaito Dios te bendiga se que Dios está obrando y que en la edad que estás tus luchas podrán ser difíciles ,lo entiendo porque tengo un hijo de tu misma edad pero si dejas que Dios tome el control como lo estás haciendo todo será más fácil,te quiero mucho sabes que eres como un sobrino para mi y me alegra que estes dejando que Dios tome el control total de tu vida,un abrazo muy grande y beso 😘,gracias por tu testimonio
ResponderBorrarAsí es y así sera
ResponderBorrarMi Mao llenas mi corazón al leer como Dios sigue cumpliendo las promesas que tiene para tu vida, tienes un propósito en este mundo y Dios quiere usarte para llegar a otros. Gracias por compartir tan lindo testimonio, Dios tiene cosas hermosas para ti.
ResponderBorrarEres una bendición para nuestras vidas. 🙏🏻 🙏🏻
Te quiero mucho
Laura Espinosa
Mao muchas gracias por este tremendo blog, experimentar la fragilidad del ser humano nos permite ser conscientes y recordar cuan limitadas son nuestras capacidades, entender que en algunos momento nuestra fuerza y voluntad puede ser doblegada ante las circunstancias, solamente allí podremos tener la oportunidad de conocer a Dios como padre, aquel que cuida de sus hijos, que limpia sus heridas, que nos permite ser consolados, gracias por entender el propósito de cada momento que Dios te ha permitido vivir porque esto será un reflejo del hombre que serás en un futuro, un hombre con el carácter de Jesús.
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