YO SERÉ TU REFUGIO
“Permíteme vivir para siempre en tu santuario, ¡A salvo bajo el refugio de tus alas!” (Salmo 61:4)
Hay una
sensación que me acompaña siempre que viajo a visitar a mis padres. Aunque mi
mamá falleció hace 7 meses y llegué a pensar que la sensación desaparecería, no
es así. Es despertar aun en la oscuridad, de madrugada, y sentir que estoy seguro
donde me encuentro. De pronto escuchar a mi padre levantarse muy temprano,
empezar a andar por la casa, hacer cosas, preparar café y ese sentimiento que
me embarga poco a poco: me siento protegido, tranquilo, escuchando a mi viejo
de 80 años ir y venir, así como lo experimentaba cuando yo era un niño.
Te
invito a que reflexiones en eso y lo coloques al nivel de tu Padre celestial. ¿Cómo
es sentirse tranquilo, seguro, confiado, respaldado, sostenido, consolado,
estando en Su presencia, entrando diariamente a Su santuario? Una protección
infinita, un resguardo que no va a cambiar, un refugio que va a
permanecer sin importar lo que sientas, lo que hagas, porque es un regalo de
nuestro Abba que nos ama sin límites o condición.
Sin
embargo, como dice el versículo arriba, es algo que tú debes buscar y anhelar
de corazón. En lo profundo de nosotros sabemos que nuestro Dios no nos va a
negar la entrada a su santuario, a su presencia, a su refugio, pero a veces
simplemente no queremos, nos ganan los problemas, los argumentos, el cansancio,
a veces el inconformismo, el reclamo, la queja, la incredulidad y dejamos pasar
esa oportunidad. Día a día nuestro Padre está esperándonos, abriendo esas
puertas de par en par, queriendo que entremos al refugio bajo sus alas
extendidas, como niños indefensos buscando la seguridad.
Un
santuario es un lugar protegido, apartado de todo, especial, un sitio donde lo
contrario e incorrecto no deberían poder entrar. Eso lo asegura nuestro Señor.
Así es lo que está a Su alrededor, es como una “embajada” del cielo aquí en la
tierra, es ese espacio y ese tiempo dedicado solo a Él y con Él. Dios nos
promete sosiego, descanso, protección, la cura de nuestras heridas y el
alimento espiritual que nos va a fortalecer para continuar.
Y lo
mejor, es que dura para siempre. Mientras haya un aliento de vida en ti y
tengas la disposición de buscar de Dios, ese santuario, ese refugio bajo sus
alas, va a estar dispuesto, con acceso para ti, ilimitado y sin restricciones.
Y si el camino te aleja, si lo que sucede a tu alrededor te aparta, podrás
volver a ese refugio con un corazón humillado y reconociendo la falta de seguro,
clamar y sentir cómo esas alas se extienden hacia ti y te rodean, te cubren, te
blindan con ternura y amor, como ese polluelo bajo las alas de su madre
protectora.
Nunca
creas que estás solo y sin fuerzas, que no le importas a nadie, que has
perdido, que eres un fracasado, que te han derrotado una y otra vez; el Señor
te dice hoy, “Yo seré tu refugio”, te recuerda que quiere que vivas junto a Él
en su santuario y que confíes en que Él te va a proteger, que en Él habitarás
seguro y que nada ni nadie te podrá quitar eso.
David lo
entendió muy bien al componer este Salmo, lo experimentó, lo anheló, creyó en
la protección del Señor y pudo sentirse rodeado por esas alas, cubierto por ese
techo espiritual, en medio de la gloriosa y santa presencia que perdura y nunca
termina. Sigamos ese ejemplo, siendo también conformes al corazón de Dios y lo
podremos sentir de primera mano, no una vez o dos, sino siempre, en todo
momento, es lo que el Señor nos promete y Él no miente.
ORACIÓN: Mi Abba, hoy me refugio bajo la sombra de tus alas, hoy
declaro que no hay mejor lugar de protección para mi vida y mi familia que tu
presencia. Creo que sostenido de tu mano siempre estaré seguro y aunque vengan
días de tormenta, angustia o soledad, siempre correré a ti y no buscaré refugio
en nada ni nadie más, te amo mi Jesús, amén y amén.
Con
amor, Juan y Paula Leal.
Excelente reflexión gracias
ResponderBorrarAmén, es tan maravillosa e incomprensible para nuestro razonamiento humano la naturaleza de nuestro papito Dios, que sólo por una relación y comunión con nuestro Dios Padre podremos estár seguros y confiados en sus brazos, te amamos papito Dios
ResponderBorrarNos escondemos en tu presencia 💗
Gracias Juan Y Paula. Si cuando vamos a los brazos de ese padre maravilloso donde encontramos ese refugio y fuerzas para seguir aeelante
ResponderBorrarJuanchito el señor bajo sus alas lo guarda y te da consuelo. te amamos mucho y te admiramos un abrazo y un beso muchas bendiciones
ResponderBorrarQue bonita forma de iniciar para llegar a esa comparación. Gracias por acercarnos y llenarnos de lo que Dios te ha dado
ResponderBorrarQue hermoso es sentir el refugio que El Señor nos da.
ResponderBorrarGracias si asi es nuestro padre celestial siempre esta ahi
ResponderBorrarNada brinda mayor seguridad para un niño que estar tomado de la mano de su padre, corramos confiados al Padre eterno, sus brazos siempre estarán extendidos para recibirnos con amor, perdón, refugio, consuelo y bendición.
ResponderBorrarGracias por la reflexión. Tu refugio es mi fortaleza
ResponderBorrarNo me acuerdo quien es Paula pero si se que está reflexión es lo mejor que he leído en este tiempo es verdad el único refugio es mi señor y creo fiel mente eneEl. Gracias paula
ResponderBorrarAme porfa cancion. Tu eres mi refujio
ResponderBorrarAsí es, solo en Él podemos encontrar refugio, protección y amor.
ResponderBorrarTodo lo tenemos en nuestro Padre celestial.
Gracias por el mensaje Juan y Paula