COMO DESATAR LOS NUDOS


 

“La persona íntegra enfrenta muchas dificultades, pero el Señor llega al rescate en cada ocasión”.

 Salmos 34:19

 

Cuando transitamos el camino de la vida estamos expuestos a muchas dificultades, adversidades y pruebas que al seguir avanzando se pueden llegar a convertir en enredos o especie de “nudos” si no estamos cimentados en Jesús y que en ocasiones nos conlleva a parálisis o estancamientos que no nos permite avanzar.

Estos “nudos” se van formado por varios aspectos, entre estos el tomar decisiones en nuestras fuerzas y sin consultar a Dios, por temor, por falta de Fe, incredulidad, escuchar voces incorrectas y que para mi concepto y es lo que más incide y es el no tener confianza en el poder del Señor y lo que puede hacer en nuestras vidas.

Al estudiar este versículo podemos establecer algunos aspectos con los que podemos desatar estos “nudos”, así:

- Tener una comunión con Dios, con lo que nos permitirá escuchar su voz (mediante la palabra) conllevando a la toma de decisiones acertadas, liberándonos de complicaciones y problemas innecesarios.

- Recurrir a nuestras autoridades espirituales o personas sabias para obtener consejos acertados con los que se tengan otras ópticas de posibles soluciones situación o problemas.  

- Obediencia a la voluntad de Dios, somos obedientes y somos íntegros en el cumplimiento de la palabra, nuestro Padre va a acudir a nuestro rescate.

- Someter nuestros pensamientos a la voluntad del Padre, lo que genera una dependencia total de Él y desprendimiento de todo aquello que nos enreda y confunde. Es dejar el espacio a Dios que pueda actuar y que nos libre de todo lo que pasamos en el día a día.

En nuestro yo creemos que las cosas son tan imposibles, pero para Dios no hay nada imposible, como seres humanos queremos escuchar por lo general palabras de afirmación o de cambio y bueno Dios te está esta diciendo yo cambiare tú circunstancia, yo desataré todo nudo que tu veas imposible de desamarrar, “solo confía Él ha vencido al mundo”.


Con cariño, Victor y Luz Dary



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