NO TE DEJARÉ… NUNCA

FE EN LA TORMENTA

“Ahora, que el mismo Señor de paz les dé su paz en todo momento y en cada situación. El Señor sea con todos ustedes”

2 Tesalonicenses 3:16

¿Has sentido preocupación alguna vez? 

Por supuesto que sí, quien dijera que no, estaría mintiendo o estaría muy joven, porque hasta los niños se angustian a veces por el porvenir... 

El ser humano por naturaleza tiende a preocuparse por las situaciones de la vida y para nadie es un secreto que esta vida no es del todo fácil, hasta Jesús nos dijo “en el mundo tendréis aflicción” (Juan 16:33) pero en ese mismo versículo nos da una bellísima promesa “pero confiad, yo he vencido al mundo”. 

Este versículo en sí es muy conocido, pero a pesar de conocerlo, ¿por qué nos cuesta tanto confiar en el Señor? Me atrevería a decir que principalmente se debe a dos cosas: 

La falta de fe y la autosuficiencia. 

Si no tenemos fe, es imposible agradar al Padre y para tener fe debemos entender que Dios tiene el control absoluto de todo, incluso de nuestra vida, así lo menciona en Mateo 10:29-30: “¿No se venden dos pajarillos por un cuarto? Con todo, ni uno de ellos cae a tierra sin vuestro Padre. Pues aún vuestros cabellos están todos contados”. 

Si nuestro Padre tiene el control de cada uno de los cabellos que nace y cae de nuestra cabeza, ¿por qué no tendría el control de lo demás? Pero, aun así, nosotros tendemos a dejar las cargas sobre nosotros, a veces incluso cuando no son nuestra responsabilidad. De alguna forma, en nuestro conocimiento limitado creemos que podemos lidiar con las situaciones de la vida, pero me gustaría mencionar nuevamente Juan 16:33 y resaltar otra parte: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz”. Cuando Jesús dice “estas cosas os he hablado” se refiere a lo que había dicho hace solo unos segundos en el versículo 27 “porque el Padre mismo los ama. Él los ama porque ustedes me han amado y han creído que yo vengo de Dios” (Juan 16:27)

Si complementamos estos dos hermosos versículos nos podemos dar cuenta de varias cosas, entre ellas: 

Dios nos ama a causa de que amamos a Cristo y nos ama tanto que quiere que dejemos todas y cada una de nuestras cargas y aflicciones en él y solo en él. Nos ama tanto que quiere que tú y yo tengamos paz y descanso en él. 

Permite que el Señor detenga esa tormenta en tu vida y deja que te llene de su paz. 

Esa es la misma paz que nos desea Pablo en 2 Tesalonicenses 3:16, esa paz y descanso que solo el Padre nos puede brindar. 

Él te ama, por amor quiere que dejes todo en sus manos, hasta la más mínima frustración, déjala a él. Deja de lado la autosuficiencia y la poca fe e inicia a confiar única y genuinamente en Él.

Oración:

Señor, reconozco que no he podido confiar en ti, he sido falto de fe y he intentado ser autosuficiente, pero el día de hoy te pido perdón por ello y renuncio a la autosuficiencia y te pido que ayudes a mi fe, enséñame a confiar en ti y solo en ti y acepto ese hermoso regalo que me has brindado, esa paz que sobrepasa todo entendimiento que solo viene de ti. Te doy gracias por todas y cada una de las circunstancias. Te amo Señor. En Cristo Jesús, amén.