SEGURIDAD PERFECTA

"Así que no miramos las dificultades que ahora vemos; en cambio, fijamos nuestra vista en cosas que no pueden verse. Pues las cosas que ahora podemos ver pronto se habrán ido, pero las cosas que no podemos ver permanecerán para siempre." 2 Corintios 4:18 NTV

Probablemente seas del tipo de persona que se siente más cómoda haciendo todo tipo de listas para organizarse y trazarse diferentes metas. Para nada creo que esto esté mal, solo que muchas veces nuestra mirada está condicionada a lo terrenal.

C.S Lewis dijo: “El hecho de que nuestro corazón anhela algo que la tierra no puede proveer es la prueba de que el cielo debe ser nuestro hogar”. Creo que no hay nada más acertado que saber realmente para qué o, más bien, para quién fuimos creados. Recuerdo que en una de las conversaciones profundas que tenía con mi papá, le pregunté cuál era su mayor sueño. Me decía que agradar a Dios y hacer su voluntad, y yo le decía, bueno sí, pero algo no tan espiritual jaja. Él persistía en que genuinamente ese era su mayor anhelo. En su momento no lo entendí, ahora sé que su mirada sí estaba en lo realmente importante, en lo eterno. Ahora que ni se diga con mi mamá, ella tiene la capacidad de obedecer genuinamente a la voz de Dios. Eso dice ella y la verdad lo puedo confirmar. A veces la veo y de verdad no sé de dónde ha sacado tanta fuerza, pero luego recuerdo que ella genuinamente solo busca e invierte su tiempo en las cosas que dan un fruto eterno.

Más adelante, después del quebrantamiento y de diferentes circunstancias en mi caminar con Jesús, entiendo que mi vida le pertenece solo a Jesús. Probablemente puede que "falten" muchas cosas; pero si tengo a Jesús, lo tengo todo.

No quiero invitarte a que dejes de soñar con esa empresa, el inmueble o ese viaje. Quiero recordarte que hemos sido creados para la eternidad. Pon tu mirada e invierte todo de ti hacia lo que da un fruto que solo se puede resumir en un para siempre que nos ofrece Jesús.

Hace un tiempo estoy buscando ser lo que Dios ha soñado de mi, esa es mi invitación para ti hoy. 

Oración: Amado Jesús, he sido atraído/a por cosas pasajeras y terrenales, pero quiero que de manera genuina y completa, pueda seguirte, quiero realmente vivir conforme a tu voluntad, que ocupes el primer lugar en mi corazón, saber que mi ciudadanía es la celestial, hoy y siempre soy tuyo/a, en el nombre de Jesús, amén. 

Con amor, María Alejandra Rey Rizzo