ALEGRÍA BURBUJEANTE
“El viento sopla por donde quiere ir. Tú lo escuchas soplar, pero no sabes de dónde viene ni hacia dónde va. Así es con todos los que nacen del Espíritu.”
Juan 3:8
La palabra dice que el viento sopla de donde quiere; esto quiere decir que es libre y no se puede restringir su movimiento ni reprogramar su dirección. De esta manera, el Señor quiere que toda persona que ha nacido de nuevo tenga una genuina relación con Él, se deje llevar y también se deje guiar por Su palabra con una fe intacta para creer en las promesas que Él nos da.
Seremos ese viento que sopla de donde quiere y no sabe a dónde va. De esta manera tenemos que ser nosotros: aunque no veamos esas promesas hechas realidad, seguimos creyendo que lo por venir es más grande de lo que imaginamos.
¿Pero cómo vivir en alegría burbujeante en un mundo tan caído y lleno de maldad?
La palabra en Marcos 4:19 dice: “pero las preocupaciones de esta vida, el engaño de las riquezas y los deseos de tener cosas ahogan el mensaje y se vuelven estériles.” Aquí podemos ver los afanes de este mundo, la preocupación y los malos deseos que no nos dejan oír el verdadero propósito que el Señor tiene para cada uno de nosotros. Cuando escuchamos sobre enfermedades comunes como la depresión, tristeza, cáncer, deudas, hogares destruidos y familias divididas, le echamos la culpa al estrés. He tenido la oportunidad de escuchar a personas que con su comportamiento demuestran la negatividad y el pesimismo de no creer en un futuro mejor. Incluso personas que decimos creer en Dios tenemos este concepto de no hallar salida para nuestros problemas, y aquí podemos ver que no creemos en el Señor personalmente.
Lo vi hecho realidad en un hogar donde el esposo decía que nada lo podría separar del Señor. Tenía solvencia financiera y una familia unida, pero dejó de lado al Señor, no volvió a la célula ni a las reuniones; hasta que Satanás acabó con todo lo que creía tener, hasta el punto de llegar a mentir.
Querido lector, hoy te invito a que sigas perseverando en el Señor Jesucristo, no importa las luchas ni dificultades que estés atravesando. Recuerda que la confianza debe estar puesta en el Señor, pues en Él hallamos nuestra alegría y fortaleza. No permitas que nada te robe la alegría, pues esto es lo que nos caracteriza como buenos hijos de Dios.
Oración:
Te damos gracias, Señor Jesús, porque en los momentos difíciles que pasamos, tú estás ahí para ayudarnos y seguir confiando en ti. No permitas que perdamos tu esencia. Amén.
Con Cariño Álvaro y Dubier Piza
Muchas gracias, que la alegría y el gozo de nuestras vidas siempre permanezca, guiados por el Espíritu
ResponderBorrarSantiago 1 verso 2 esta escrito que tengo gozo y aún que pase por diversas pruebas yo saldré victorioso
ResponderBorrarLa alegría de Has en desde siempre Dios te bendiga a ti y a Alvaro gracias por ser así bendiciones.
ResponderBorrarSolo con alegría y gozo en nosotros, sin mirar lo natural alcanzaremos a ver tu gloria.
ResponderBorrarGracias alvarito y has
ResponderBorrar