Toma Mi Mano
Él solamente es mi roca y mi salvación.
Es mi refugio, no resbalaré.
Isaías 62:6 (RVR1960)e
¿Alguna vez has sentido que estas en una situación desesperante, y quieres esconderte en algún lugar para evitar pensar en ella?
En mi caso, puedo decir que muchas veces he sentido esa idea rondar por mi cabeza, y déjenme decirles: Toma una fuerza tan fuerte en tu mente, que piensas que es la única solución. Correr y esconderte, evitar toda oportunidad para pensar en eso, o incluso aislarte y dejar que desaparezca. Pero no puedes tapar el sol con un dedo; tarde o temprano, esa situación volverá a alcanzarte, sin importar que.
De esa forma trabaja el enemigo con el pecado: Tu cometes la falta, pero estás feliz haciéndolo, pensando que nada va a pasar; entonces cuando te descubren y el pecado sale a la luz, empiezas a desesperarte. Te quieres esconder, pelear contra el pecado en tus fuerzas, pero no esto no lleva a ninguna solución.
Ahí es cuando este hermoso versículo entra en acción:
Él [Señor] solamente es mi roca y mi salvación.
Es mi refugio, no resbalaré. (RVR1960)
Cuando estemos en una situación así, debemos buscar la ayuda de Dios.
Él puede sostenernos en todo momento de preocupación y ansiedad, y darnos la fuerza para mantenernos firmes en toda circunstancia, y resistir a la tentación. Él nos salvará de todo pozo en que hayamos entrado o hayamos creado, y nos sacará de ahí para poder ser un testimonio viviente. Él nos protegerá y mantendrá a salvo de cualquier obstáculo y tropiezo que nos ponga el enemigo. El tomará nuestra mano y nos rescatará en el momento del peligro.
Eso es lo lindo de Dios: Siempre estará ahí para apoyarnos y fortalecernos, y si estamos en peligro, nos rescatará. Claro está, no debemos volver a esos problemas, recaer en la falta, añorar el pecado, ya que para que una persona salga de un pozo, debe pedir ayudar y dejar de cavar hacia abajo, debe levantar su mirada, clamar y creer que la ayuda vendrá de arriba. Dios siempre estará ahí para ayudarnos y apoyarnos.
Oración: Amado Padre, te damos muchas gracias por todos esos momentos en los que nos has apoyado, fortalecido, ayudado y, sobre todo, rescatado. Sabemos que tú tienes un gran propósito con cada uno de nosotros, y reconocemos que es un gran privilegio poder ser tus hijos y recibir tu inmenso amor incondicional. Te damos toda la gloria y la honra, en el nombre de Jesús, Amén.
Que Dios los bendiga y guarde en todo momento.
Con amor, Mateo Leal Casallas.
Amado hijo, se que el Señor hablo a tu corazón, déjate usar siempre por El y recuerda que siete veces cae el justo, pero el Señor siempre lo levantará, te ama mamá ❤️
ResponderBorrarAmén amén
ResponderBorrarEs cierto, hay momentos en los que no sabemos que hacer o a dónde correr, pero el Señor con su infinito amor nos recuerda que correr a sus brazos es lo mejor.
ResponderBorrarGracias Mateo por compartirnos está bella reflexión.
Jesús nuestra rica y fortaleza.
Gracias Mateo si siempre confiados y cogidos de la mano de Dios
ResponderBorrar🙏🙏🙏amen
ResponderBorrarQue buena reflexión, podremos correr y solo quedará la fatiga, pero en los brazos del Señor hay restauración y descanso
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