GRITA EN VOZ ALTA

“Sométanse, pues, a Dios. Resistan al diablo, y éste huirá de ustedes”

Santiago 4:7

Debemos someternos a Dios, ya sea por temor o de buen ánimo. Por temor, teniendo claro que todo acto de desobediencia tiene una consecuencia. Y de buen ánimo pues no se requiere de tanto esfuerzo, ya que se hace con amor y por voluntad propia. Para ser honestos, realmente el someterse no es fácil para muchos pues siempre hay argumentos que nos impiden tener una obediencia inmediata, mas el Espíritu Santo nos enseña como debemos hacer para someternos a Dios y resistir al diablo, regalándonos esta gran promesa:

“Humíllense, pues, bajo la poderosa mano de Dios, para que él los enaltezca a su debido tiempo.

Dejen todas sus preocupaciones a Dios, porque él se interesa por ustedes.

Sean prudentes y manténganse despiertos, porque su enemigo el diablo, como un león rugiente, anda buscando a quien devorar.

Resístanle, firmes en la fe, sabiendo que en todas partes del mundo los hermanos de ustedes están sufriendo las mismas cosas.

Pero después que ustedes hayan sufrido por un poco de tiempo, Dios los hará perfectos, firmes, fuertes y seguros. Es el mismo Dios que en su gran amor nos ha llamado a tener parte en su gloria eterna en unión con Jesucristo”

1 Pedro 5:6-10

En el tiempo inicial de mi conversión, Dios me regaló esta hermosa palabra enseñándome que debía ser formado y afirmado. Entendí que mi mente era una pista de aterrizaje donde podían aterrizar  todo tipo de pensamientos del enemigo, pero entendí también que debía decidir qué permitir y qué  no, por tanto decidí reducir la cantidad de aterrizajes diarios del enemigo en mi mente por medio de la Palabra de Dios y gritarle con autoridad a todo aquello que no proviene del Señor: “Con Cristo estoy juntamente crucificado y ya no vivo yo cristo, pues Cristo vive en mí” Por tanto, todo lo que no proviene de Dios es anulado y rechazado y no puede ingresar  en ningún área de mi vida.

Querido lector, entiende que, al ser de Cristo, lo que en estos momentos vemos como sufrimiento no es más que la formación del Padre para que seamos aceptos. Lo que parezca muy fácil examínalo pues el enemigo muestra lo malo como bueno. RESISTE, pelea la batalla y no te des por vencido. El Señor promete que te exaltará después de pasar la prueba.

Ora al Padre: Señor, afirma mi llamado y ayuda a mi fe, cumple tu deseo en mí y ayúdame a hacerle frente al enemigo y gritarle “Ya no vivo yo, Cristo vive en mí”

Con cariño: Hilder y Sandra Pardo.





Comentarios

  1. Gracias por su mensaje porque cuando se miran las circunstancias y las cargamos sin dejarlas donde corresponde se mengua la fé hasta donde lo permitamos

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  2. Cristo vive en nosotros .. amén

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  3. Gracias por tan bonito mensaje que llega justo a tiempo 💖

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  4. Nuestra mente es lo que más debemos cuidar, porque allí es donde el enemigo más nos ataca para esclavizarnos por medio de los pensamientos.

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