TRABAJAR PARA EL SEÑOR, NO PARA LOS HOMBRES

 

“…7 Trabajen con entusiasmo, como si lo hicieran para el Señor y no para la gente…”. (Efesios 6: 7)

 

En la cotidianidad de nuestras vidas debemos desarrollar a diario muchas actividades, como lo es el trabajar, el estudiar, el ser padres, el realizar un deporte, labores ministeriales, en fin, muchas cosas, pero en la mayoría de los casos estas actividades son desarrolladas buscando algún tipo decompensación económica, reconocimiento,crecimiento personal, vanagloria, agradar a otros, en fin, por distintos intereses. 

 

Estas motivaciones cuando no son cumplidas o alcanzadas de acuerdo a nuestras expectativas,pueden conllevar al desánimo y frustración en nuestras vidas y esto sucede porque nos enfocamos de alguna manera en la motivación equivocada.

 

En lo personal esta situación me sucedía con recurrencia en el área ministerial, cuando se daba un desafío, actividad evangelística o en fin otros eventos que están relacionados con el servicio al señor, me conllevaban una carga emocional negativa, porque estas actividades me parecían depoco interés e importancia y esto obedecía a que veía estas tareas como una imposición de una persona y de la estructura orgánica de la iglesia“para el hombre”.

 

Pero la palabra “…7 Trabajen con entusiasmo, como si lo hicieran para el Señor y no para la gente…” trae una revelación importante para mí,porque quiere decir que las motivaciones que tenía para desarrollar el servicio al señor eran las incorrectas, ya que muy seguramente buscaba era el reconocimiento personal, el agradar a mis autoridades espirituales y a otros integrantes de la congregación y muy seguramente el tener algún tipo de posición respecto a los demás creyentes, esto generó durante varios años la frustración dado que no alcanzaba los resultados esperados y no me sentía pleno en la iglesia.

 

Ahora bien, el trabajar con entusiasmo como si lo hicieran para el señor, significa que absolutamente todas las actividades o tareas que desarrollemos a diario deben estar enfocadas en agradar a Dios, nos debemos esmerar para que todo salga bien para que nuestro padre celestial se sienta complacido, esto nos ayudará a tener paz y gozo, dado que la motivación será la correcta y que además seremos respaldados y veremos los resultados en todo lo que hagamos, porque tendremos la ayuda de Él en todo lo que hagamos.

 

Para concluir te invito hacer la siguiente oración si tu quehacer diario se está desarrollando con intereses diferentes al de trabajar con entusiasmo para Dios: “…Padre te pido perdón porque mi trabajo, estudio y esfuerzos en mis actividades diarias las he venido desarrollando para agradar a otros, por intereses meramente económicos o los que no son los correctos, ayúdame a que todo lo que haga sea para darte la honra, para complacerte y te sientas orgulloso de mi, señor ayúdame a que cada vez que me desenfoque me muestres lo que realmente es importante y que todo gira alrededor de ti, te amo Padre…”.

Con amor, Victor Triviño.