CÓMO EL ESPÍRITU SANTO RESTAURÓ MI CORAZÓN

 

^{NAVIDAD ES TODOS LOS DIAS}

^“Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros: Pasemos, pues, hasta Belén, y veamos esto que ha sucedido, y que el Señor nos ha manifestado. Vinieron, pues, apresuradamente, y hallaron a María y a José, y al niño acostado en el pesebre”

Lucas 2:15-16

La Navidad es una temporada muy especial donde disfrutamos de un sentimiento de hermandad, esperanza, compañerismo, generosidad y amor que no se experimenta en ninguna otra época del año. Disfrutamos en familia compartiendo comidas especiales, viendo a los familiares que viven lejos e intercambiando regalos. También nos reunimos alrededor del pesebre y cantamos: “Ven, ven, ven, ven a nuestras almas ven No tardes tanto”

Pero solamente es que pase el puente de reyes y volvemos a la misma vida rutinaria de antes, con el mismo ritmo ajetreado, pagando cuentas y marchando al ritmo de los afanes diarios. Sin embargo, el Señor no quiere que esto sea así, sino que su voluntad es que el gozo, la alegría, la esperanza y el optimismo que experimentamos durante la Navidad, lo podamos vivir todos los días de nuestras vidas sin importar las circunstancias.

¿Cómo es esto posible?

Como lo dice el villancico, la respuesta está en que Jesús venga a vivir en nuestros corazones, no que lo tengamos enclaustrado en el templo y vayamos a visitarlo una vez por semana, o peor aún, que lo dejemos guardado en el pesebre y lo veamos solamente una vez al año.

La verdad es que cuando aceptamos a Jesús como nuestro Salvador, el Espíritu Santo viene a vivir en nosotros y nos hace su templo, nuestros cuerpos y nuestras vidas son casa de Dios de tal manera que su presencia reposa en nosotros todos los días del año, por la mañana y por la noche, en nuestra casa o en la calle, cuando estamos en la iglesia o cuando estamos trabajando. Ese debe ser el propósito de nosotros como cristianos: reconocer que es la voluntad de Dios que así sea y esforzarnos por vivir de tal manera que le agrademos, que seamos aprobados por Él

Obviamente esto no es algo que podamos hacer en nuestras propias fuerzas, porque como seres humanos pecadores, estamos imposibilitados para hacerlo y la religión nos quiere vender la idea de que cumpliendo ciertos ritos y dogmas podremos llenar las expectativas de Dios, lo cual es totalmente imposible.

Lo que el Señor demanda de nosotros es un auténtico arrepentimiento y que nos humillemos delante de Él, que rindamos nuestras vidas a sus pies y reconozcamos que no podemos hacerlo solos, que necesitamos de su misericordia y de que el Espíritu Santo obre en nuestras vidas cada día. Solamente así seremos llenos del amor de Dios, experimentaremos su gozo en lo más profundo de nuestro ser, llenando toda nuestra alma.

Y sin importar las circunstancias, si es un día soleado o lluvioso, o si estamos atravesando una etapa feliz de nuestra vida o estamos atravesando por el luto, siempre su gozo nos sostendrá porque es la evidencia de que el Espíritu Santo Mora en nosotros, así que de esta manera será Navidad todos los días porque Dios quiere Que celebremos todos los días lo que hizo por nosotros al traer a Jesús al mundo y nacer en un pesebre para luego morir en la cruz y resucitar para así darnos esperanza y salvación.

Oración: Amado Padre, gracias porque tu voluntad es darnos alegría en este tiempo de navidad, pero más allá de eso, quieres darnos tu gozo todos los días del año y que sin importar lo que pase en el mundo, estemos firmes en tu amor, confiados en que tú nos sostendrás hasta el día en que vengas por nosotros. Señor danos tu gracia y tu favor, inúndanos con tu Espíritu Santo cada día para que podamos experimentar tu gozo y no volver atrás sin importar las circunstancias. Gracias porque hoy y todos los días de mi vida, ¡es Navidad!