DIOS RESPONDE MI ORACIÓN
A lo largo de la vida cristiana, vivimos
diferentes momentos en donde nuestra fe puede estar siendo probada; sin embargo
por momentos en los que la respuesta de Dios es constantemente la contraria a
la que esperamos, creemos que Dios no nos escucha y dejamos de ver lo valiosa
que es esta arma espiritual.
Josué fue probado en su fe, su mentor
Moisés ya no estaba y ahora su plena confianza obligatoriamente debía estar en
Dios, entonces mientras las cosas se ponían más difíciles, el se dispuso a
orar y una de esas oraciones, luchando en Gabaón en contra de los amorreos,
creyendo en la promesa de parte del Señor, que ya tenían la victoria; Josué pese
a todo pronóstico hace una oración audaz, “Sol detente en Gabaón, y tú luna, quédate de Aialón” Y por 24 horas completas el sol se detuvo.
Josué tuvo la opción de dudar de la
promesa de Dios, pensar que Dios no escucharía semejante oración; pero el tenía
claro su identidad de hijo y en el momento más apropiado hizo la oración
correcta. La oración de Josué es una gran ejemplo del próximo elemento de la
oración poderosa que estamos viendo: es Específica (recuerda: HEPE: Humilde,
Específica, Persistente y Expectante). Jesús nos dio autoridad a través de su
nombre.
Que este ayuno sea la excusa perfecta
para empezar a vivir en lo sobrenatural de parte de Dios y que esas oraciones
abandonadas por ti, aumenten en estos 10 días para testificar y darle la gloria
a Dios.
Con amor, María Alejandra Rey Rizzo.
Josué
10:7-10
Entonces Josué salió de Guilgal con todo su ejército, incluyendo sus mejores
tropas. Antes de salir, Dios le había dicho a Josué: «Vayan sin miedo, porque
yo les daré la victoria. No quedará vivo ninguno de ellos».
Toda la
noche Josué y sus tropas marcharon hacia Gabaón, y atacaron por sorpresa a los
amorreos. Dios les hizo sentir muchísimo miedo cuando vieron al ejército
israelita en Gabaón. Y los israelitas mataron allí a muchos de ellos, y
persiguieron a los demás por las montañas hasta Bet-horón, y aun hasta Azecá y
Maquedá, en el sur. Cuando bajaban los amorreos por la cuesta de Bet-horón
para escapar de los israelitas, Dios dejó caer sobre ellos grandes piedras de
granizo. Esto ocurrió por todo el camino hasta Azecá, y el granizo mató más
hombres que el ejército israelita.
El día
en que Dios les dio la victoria sobre los amorreos, Josué oró a Dios, y delante
de todos los israelitas exclamó:
«Sol, no
te muevas;
quédate en Gabaón.
Y tú, luna,
espera en el valle de Aialón.
La oración con fe, tiene mucho poder y grandes respuestas.
ResponderBorrarGracias Maria A.
En el momento que más necesitamos o que la situación nos quiere ganar.
ResponderBorrarUna oración con fé trae la respuesta de Dios.
Debemos ser más osado al pedir sabiendo que Dios escucha nuestras oraciones y las responde
ResponderBorrarLe damos gracias a Dios por todos los días demostrar su poder a través de nuestras oraciones! Aún las que no recibimos respuestas conforme a nuestra voluntad! Gracias amada hija por dejar q el Espíritu Santo te lleve a conquistar cada desafío de tu vida ! Atte : Rossemarie Rizzo
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