CÓMO EL ESPÍRITU SANTO RESTAURÓ MI CORAZÓN

 

NO ERES PRISIONERO DE TUS PENSAMIENTOS

“Finalmente, creyentes, todo lo que es verdadero,
todo lo honorable y digno de respeto, todo lo justo y confirmado por la palabra
de Dios, todo lo puro y saludable, todo lo amable y pacífico, todo lo admirable
y de buena reputación; si hay alguna excelencia, si hay algo digno de alabanza,
piensa continuamente en estas cosas [centra tu mente en ellas e implántalas en
tu corazón].

Filipenses 4:8

A veces, nos creamos nuestras propias cárceles mentales, donde nos sentimos atrapados por el miedo, la inseguridad o la duda. La verdadera alegría no viene de afuera hacia adentro, viene de adentro hacia a afuera. En Filipenses 4:8 Pablo aconseja entrenar la mente para pensar en lo que es verdadero, honesto, justo, puro y amable.

La alegría proviene de la mente 

Algo que me he dado cuenta es que si es posible encontrar alegría incluso en circunstancias difíciles si tenemos una mente sana. Aunque no podemos controlar las circunstancias externas, sí podemos controlar nuestros pensamientos.

Lo mejor y que más ayuda, es llevar esos malos pensamientos a Dios e intentar pensar como Jesús lo haría.

En mi caso, he dejado que preguntas negativas me hagan dudar de mis habilidades en la música, de mi autoestima y de mi sentido de suficiencia. Pero estoy aprendiendo a desafiar esos pensamientos, a reemplazarlos por afirmaciones positivas y a llevarlos a Jesús en oración.

Oración 

Amado Padre, pongo en tus manos mi vida y te pido que limpies mi mente de todos los malos pensamientos y me des una manera de pensar renovada, fresca, alegre y optimista creyendo que siempre tienes algo mejor preparado para mi vida, Por favor guárdame de las trampas mentales con las que el diablo me quiere engañar y haz que mi mente se mantenga limpia, en actitud de adoración, y dame tu visión para llevar a cabo tu plan en mi vida, en el nombre de Jesús, amén.

Con amor, Manuela Ardila Barrero.