DOMINIO PROPIO

Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, dominio propio; contra tales cosas no hay ley

Gálatas 5 22 23

En la raza humana se ven varias clases de amor, entré ellos vemos el amor verdadero y el amor fingido. El amor que una madre tiene por sus hijos es verdadero, pero el amor fingido es el que a veces se da entre amigos o conocidos por pura conveniencia. El único amor que es puro y verdadero es el amor de Dios que no es fingido, pues él no mira ni raza, ni condición social.

Y como dice Juan 3:16,

“De tal manera amó Dios al mundo, que entregó a su único hijo Jesús, para que todo en el creyera no se pierda más tenga vida eterna”

Él no quiere que nadie se pierda, sino que nos ama tanto, que anhela que todos seamos salvos a través de su hijo.

Recuerdo cuando llegué de mi Encuentro, que por la fe recibí el dominio propio a causa de lo que Jesús había hecho en la cruz por mí. Entonces fue cuando me deshice de toda la música mundana que tenía en mi casa, colecciones completas de Vicente Fernández entre otra música de Cantina, pues en el Encuentro El Señor me habló que debía botar y desechar toda esa basura de mi vida.

Entendí que eso era lo que no me dejaba ser económicamente próspero, y que, para crecer en el Dominio propio, debía limpiar mi mente de las ideas erradas y las mentiras que había aprendido a través de la música mundana.

También comprendí que solo el amor que viene de parte del Espíritu Santo llenaría toda mi vida y me haría capaz de amar a los demás, me daría el poder de vencer la tentación y me haría consciente de mis debilidades para entregárselas al Señor y así ser transformado por su poder.

Oración: Señor, enséñanos a recibir el fruto del Espíritu Santo, danos el dominio propio para negarnos a nuestros propios deseos y mantenernos firmes contra la corriente de este mundo. Que por tu gracia seamos luz y ejemplo para nuestros hermanos que están comenzando a andar en este maravilloso camino de la fe. Amén.

Con amor, César Agudelo.



Comentarios

  1. Amen q bonita alabanza y mensaje también

    ResponderBorrar
  2. El dominio propio, lo desarrollamos en la presencia del Espíritu Santo, es un fruto maravilloso que debemos desarrollar en nuestra vida.

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

CÓMO EL ESPÍRITU SANTO RESTAURÓ MI CORAZÓN