EL PODER DE LA MENTORÍA ESPIRITUAL

“Tú has oído lo que les he enseñado a muchas personas. Ahora quiero que enseñes eso mismo a cristianos en los que puedas confiar, y que sean capaces de enseñar a otros.”

2 Timoteo 2:2

 Recuerdo una vez que enseñé en una célula acerca de tener un corazón dispuesto a servir a los demás, como lo hizo Jesús. Días después, una discípula me compartió que vio a un hombre ciego en la calle que tenía dificultad para llegar a un lugar. Al principio, ella siguió de largo, pero luego recordó lo que hablamos en la célula, regresó y ayudó al hombre a llegar a su destino.

Con esta pequeña historia quiero resaltar que el mensaje que predicamos no es nuestro. No son nuestras palabras ni nuestras ideas; es el mensaje de Jesús. Es lo que Él nos enseñó para que lo transmitamos a otros: a nuestra familia, a nuestros discípulos, a nuestros amigos e incluso a personas que no conocemos. Esta enseñanza que proviene de Jesús transforma nuestras vidas y permite que otros también lleguen a ser como Él.

Es trascendental la mentoría que tú puedes hacer en otras personas, para lo cual, debes cuidar tu tiempo de Devocional para llenarte y tener con que llenar a otros; y qué mejor lugar que una célula para que desarrolles esa mentoría y bendecir a otros. Te animo a que compartas lo que Dios te ha hablado y enseñado, porque muchas personas lo necesitan. Tú eres un instrumento del Espíritu Santo para llevar la verdad a los demás.

Con amor, Manuela Rodríguez.



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