HUMILDAD Y OBEDIENCIA

                ” He aquí la sierva del Señor, hágase conmigo conforme a tu palabra.”

Lucas: 1:38

 

La Biblia habla de muchas mujeres de fe, pero María sobrepasa a todas, dice la palabra que Dios la llamó a través del ángel Gabriel, Salve muy favorecida, (o llena de gracia), fue bendita entre todas las mujeres para cumplir el propósito de concebir al redentor del mundo “JESÚS”.

La palabra nos narra que una vez el ángel Gabriel le explicó cuál sería su misión, sus temores fueron transformados por la fe, confió en la palabra que venía de parte de Dios. Soltó su vida en la voluntad de Dios, a pesar de sus posibles temores o quizás incertidumbre, sabía que estaba en las manos del altísimo.

María nos enseña 3 características fundamentales para ser una sierva del Señor.

1.       Fe para soportar las dificultades y ver el milagro.

2.       Humildad al reconocerse como sierva, servidora del Señor.

3.       Obediencia pues se determinó hacer la voluntad de Dios por encima de todo lo que implicaba.

Hoy al igual que María estamos siendo llamados para continuar la obra redentora, la gran comisión de dar a conocer a JESÚS para salvación de personas, familias, en este sentido necesitamos aprender a confiar en la voluntad de Dios para nuestras vidas, que siempre es buena agradable y perfecta y trae recompensa.

En mi experiencia personal conocí del Señor hace muchos años, me determiné servirle en los lugares que me ha puesto, he tenido la oportunidad de vivir en varios lugares del país por razones labores y familiares, pero desde donde esté, busco servirle, no solo en el ministerio, también desde lo profesional. He visto la recompensa de hacer su voluntad, tener fe en sus promesas, hemos sido bendecidos a nivel financiero, nos regaló un lindo apartamento en Bogotá, mi hijo se ganó una beca para estudiar toda su carrera profesional entre otros, nos ha usado para bendición de otras personas.  También   en los momentos de prueba y desierto me sostiene con su mano derecha, nos da de su aceite, a nivel familiar pude tener el privilegio de compartir con mis padres y disfrutarlos antes de partir, solo tengo un corazón agradecido por escogernos, solo por su gracia.

Oración: Amado Padre te pedimos perdón porque  en ocasiones nos cuesta  obedecer y hacer tu voluntad, ayúdanos a tener un corazón humilde, obediente, como tu sierva María, fortalece nuestra fe para escuchar tu voz y ponerla por obra, desatamos obediencia en nuestras vidas que permitan avanzar hacia la conquista de lo que tú tienes para cada uno de nosotros y podamos cumplir tu propósito por el cual fuimos llamados, entendiendo que la buena obra que empezaste en cada uno de nosotros la terminarás en tu tiempo.  Amén.   

Te ama tu hija:  Alix Gutiérrez M.



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