DEVOCIONAL UN CAFE CON JESÚS

- junio 11, 2025

GANAR ES CONTINUAR

Mientras Moisés sostenía en alto la vara en su mano, los israelitas vencían; pero, cuando él bajaba la mano, dominaban los amalecitas. Pronto se le cansaron tanto los brazos que ya no podía sostenerlos en alto. Así que Aarón y Hur le pusieron una piedra a Moisés para que se sentara. Luego se pararon a cada lado de Moisés y le sostuvieron las manos en alto. Así sus manos se mantuvieron firmes hasta la puesta del sol. Como resultado, Josué aplastó al ejército de Amalec en la batalla.
Éxodo 17:11-13 NTV

Lo más normal de ganar es llegar a la meta para disfrutar tu premio. Cuando es un logro personal, te sientes único

Esa era mi manera de pensar antes. Mi egoísmo no me dejaba ver a los demás pues cuando tomé la decisión de creer en Dios, duré un tiempo sin acción, no avanzaba, veía la obra, pero no la hacía, sentía miedo, pena, y tenía muchos argumentos que me llevaron a perder tiempo.

Analizando la Biblia, me encontré con ejemplos reales, hombres y mujeres que se lanzaron a servir a un Dios de amor. Quería ser como ellos, pero me costaba. Siempre había algo, pero tuve que pasar por pruebas muy duras en diferentes áreas, solo allí pude sentir la presencia celestial. Eso me sello.

No necesita sino amor y gratitud para iniciar. Con Moisés me identifiqué mucho. Todos los días el premio es continuar.

Su ejemplo en esta batalla me enseñó la fe para enfrentar las circunstancias, el liderazgo para ser escuchada y enseñar la palabra, luchar por almas sin juzgar, ver con los ojos de Dios.

Los amigos espirituales también son un premio. Los que levantan mis brazos con su intercesión, pertenecen a un grupo de 12. Tengo mi propia célula. Disfruto ver cómo ellos reciben liberación y agradecen esa nueva vida.

No es fácil, es una guerra, pero todos los días la palabra me enseña que el mejor pago viene de Dios. Él nos da esa nueva vida, siento el respaldo del Espíritu Santo como lo tuvo Moisés, él no dudó cuando se cansó, recibió ayuda, no estuvo solo, y su determinación llevó al pueblo de Israel a ser libre.

Mi premio es hacer la obra y ver en mis generaciones el ejemplo de Moisés, la determinación para ser un instrumento de Dios.

Con cariño, Neida.