JONÁS: LA OBEDIENCIA, LA COMPASIÓN Y EL ARREPENTIMIENTO

Entonces oró Jonás a Jehová su Dios desde el vientre del pez, y dijo: Invoqué en mi angustia a Jehová, y él me oyó; Desde el seno del Seol clamé, Y mi voz oíste.

Jonás 2:1-2

Desde el capítulo 1 podemos ver como Dios desea usarJonás para su obra de salvación y la de toda una gran ciudad. Pero el en su naturaleza humana decide no obedecer y huir de la presencia de Dios. “Lo cual es imposible”.

Las consecuencias de la desobediencia de Jonás por poco terminan con la vida de sus compañeros de viaje. Pero el Señor tuvo que aquietarlo para que se rindiera y tuviera un encuentro genuino. Sintió morirse entonces Oro, clamo, y busco el favor inmerecido. “Dios de segundas oportunidades”.

Jonás obedece y lleva el mensaje encomendado y toda una ciudad se arrepiente y conmueve el corazón de Dios lo cual hace que sea desatado el perdón para todo un pueblo.

¿Como Dios puede usar a un hombre que en su corazónhabía evidentemente: rebeldía, desobediencia y autosuficiencia?

A muchos de nosotros nos pasa a menudo que tenemos un encuentro con Jesús mas no nos rendimos en obediencia total e inmediata. Pero aún Dios en su amor nos sigue usando para que seamos formados a través de cada enseñanza o prueba.

Hace un tiempo Dios hizo un milagro dándonos un emprendimiento. Por más de un año vimos la mano de Dios a nuestro favor y nos llevó a soñar en grande y creer que era posible avanzar. Más en un tiempo no tan bueno vino la prueba y en nuestra auto suficiencia decidimos involucrar a otras personas (familiares) en el negocio como socios. No pasó mucho tiempo y las consecuencias de no esperar en Dios fueron nefastas. Lo que por un buen tiempo se sostuvo en las manos de Dios, en muy poco tiempo se destruyó todo. Hasta el punto de crear una gran división familiar y una ruptura de una gran amistad. 

Restaurar no es siempre tan fácil más nuestras oraciones fueron escuchadas y Dios aparejo tiempos especiales para perdonar y pedir perdón a Dios y a los involucrados en el tema.

Aprendimos una gran lección: OBEDECER, ARREPENTIRNOS Y TENER COMPASION por los que les hemos hecho daño, aunque sea involuntariamente. 

Reflexión. Querido lector recuerda siempre estar de la mano de Dios dispuestos a escuchar el sonido de su voz con una obediencia inmediata, y a esperar siempre en El. Dios te darála victoria.

Con cariño

Hilder y Sandra Pardo.