CÓMO EL ESPÍRITU SANTO RESTAURÓ MI CORAZÓN

 

LEALTAD, DEVOCIÓN, Y PROVIDENCIA DIVINA

 

“No me ruegues que te deje, y me aparte de ti; porque a dondequiera que tú fueres, iré yo, y dondequiera que vivieres, viviré. Tu pueblo será mi pueblo, y tu Dios mi Dios. Donde tú murieres, moriré yo, y allí seré sepultada; así me haga Jehová, y aun me añada, que solo la muerte hará separación entre nosotras dos” 

Rut 1:16

La historia de Rut es apasionante, pues ella pasó por un duelo muy duro, perdió a su esposo y a sus hijos, y a pesar de su condición de viudez y soledad, se determinó ser leal con quien también estaba pasando por una situación difícil, su suegra.

Esa lealtad que asumió Rut, le permitió conocer a un Dios real que, la llevo a su restauración plena. Estando con su suegra, acompañándola, trabajando para ella, Rut se determinó ser fiel con ella, y esto la condujo a conocer a Booz, un pariente cercano, un hombre prospero, respetado por la comunidad donde vivían, un hombre temeroso de Dios, la persona correcta e idónea para Rut.

Rut fue una mujer laboriosa, esa virtud la llevó a trabajar en los campos de Booz, y así pudo conocerlo, era reconocida por trabajar duro, ganaba su pan con su buen desempeño, por lo que a Booz le llamó la atención. 

Definitivamente, Dios estaba en la vida de Rut, pues estaba siendo direccionada por Él, su lealtad y laboriosidad la condujeron a su restauración.

Rut confió en el Señor, y Él recompensó su fidelidad, dándole no sólo un esposo, sino además un hijo (Obed), un nieto (Isaí) y un bisnieto llamado David, el rey de Israel (Rut 4:17). Además de estos dones (Salmo 127:3), Dios le dio a Rut la bendición de estar en la lista en el linaje de Jesús (Mateo 1:5).

Querido lector, cuando te determines rendirte al Señor, a vivir en fidelidad y lealtad a Él, Dios se encargará de bendecirte y restaurarte, en Rut lo hizo y en ti también lo puede hacer.

 Oración:

Amado Dios, en este dia me rindo delante de ti, y te pido que tomes el control de mi vida, solo tú conoces me conoces, ayúdame a estar en el centro de tu voluntad, a ser fiel y leal contigo, que siempre te pueda amar, y ayúdame a que con tu Espíritu Santo sea direccionado, para experimentar la providencia tuya, te amo Señor amén.

 Con Cariño, Marta Vergara.