MI MEJOR FRUTO
“Más el fruto del espíritu santo es amor, paz, paciencia bondad, banda y fe”.
Gálatas 5:22
Muchas veces pensamos o creemos que por asistir a una iglesia ya tenemos el fruto del espíritu santo, pero la realidad no es esa, la verdad lo empiezas a sentir cuando en realidad hay un arrepentimiento genuino.
Toda mi vida he sido una mujer creyente pero quizás confundia muchas cosas, me cuestionan mucho por ejemplo: si yo creo en Jesús porque a mí? Si yo oro porque me pasan cosas a mi; no asistía a la iglesia cristiana en ese entonces, porque creía que era una mentira, pero Dios me habló por medio una persona ese ángel que algún momento le pedí, me llevo a un encuentro y aclare muchas dudas, Sin embargo no me había determinado, me aparte sin pensarlo, pero llegó el arrepentimiento a mi vida algo sincero y con fé, y volví a mi lugar seguro, la iglesia, pero no porque sea el templo no,no, es porque cada palabra que me da Dios son fuerzas de y tranquilidad entendí que si Dios no me ayudaba quien más lo iba hacer?
En medio de una reunión llena de circunstancias, le dije Dios aquí estoy, te entrego lo que soy y quien soy, estaba llena de miedos, tristeza ansiedad, frustración depresión y muchas cosas más, luego le dije Dios pero no solo quiero darte mi vida si no la de mis hijas también quiero que ellas te sigan con fé, amor, gozo ellas te necesitan como su padre, hay empecé a declarar los 7 derramamientos, pero también Dios me dio una palabra "Felipenses 4:6-7" y entendí que el tiene el control.
A mí familia y a mi vida claro que siguen llenado las pruebas de fidelidad, a veces hay miedo angustia, llega la enfermedad pero encuentro una palabra de afirmación "salmo 103:3" y es esa palabra que me levanta día a día a tener es espíritu santo en mi corazón, con el me levanto con el camino con el me acuesto .
En mi oración le pido señor, dame la gracia de la paciencia y la sabiduría, dame el entendimiento de tu palabra y tu poder, derrama esa gota de sangre que mi vida necesita para seguir en la fé, dame el gozo para ayudar a otros, dame la sabiduría para entender a otras personas, en ti pongo mi vida y la de mi familia que seas tú teniendo el control sobre ella, que sea el fruto del espíritu santo llenando mi vida, llevándose cualquier enfermedad, cualquier problema, con la fe me levanto y con la fe me acuesto, como dice tu palabra "Hebreos 11:1" y en ti esperaré la promesa que tanto he anhelado.
Cordialmente; Leydy Beltrán.
Amén y amén
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