Mientras los discípulos iban al pueblo a comprar comida, llegó una mujer de Samaria a sacar agua del pozo. Jesús le dijo: «Dame un poco de agua». Como los judíos no se llevaban bien con los samaritanos, la mujer le preguntó: «Pero si eres judío, ¿cómo es que me pides agua, siendo yo samaritana?». Jesús le respondió: «No sabes lo que Dios quiere darte, ni sabes quién soy yo. Si lo supieras, me pedirías agua, y yo te daría el agua que da vida». La mujer le dijo: «Señor, ni siquiera tienes con qué sacar agua de este pozo tan profundo. ¿Cómo me vas a dar esa agua?». Hace mucho tiempo, nuestro antepasado Jacob nos dejó este pozo. Él, sus hijos y sus rebaños bebían agua de aquí. ¿Acaso eres tú más importante que Jacob? Jesús le respondió: «El que beba del agua de este pozo volverá a tener sed, pero el que beba del agua que yo le daré, no volverá a tener sed jamás. Porque esa agua es como un manantial del que brota la vida eterna. Entonces la mujer le dijo: «Señor, dame esa agua para que no vuelva a tener sed ni a tener que venir aquí a buscarla».
Juan 4:7:15 TLA
¿Tienes sed?
En este pasaje podemos ver como Jesús tuvo una conversación con la mujer samaritana sobre la tradición que tenían de ir al pozo a sacar agua, pero Jesús quería ir más allá porque ya conocía toda la vida de esta mujer y las necesidades que tenía.
Mientras la mujer hablaba con Jesús sobre el pozo de donde sacaban agua, Jesús sabía cuál era el pozo profundo del cual esta mujer necesitaba llenar su vida.
¿Alguna vez has sentido que tienes una sed insaciable dentro de ti?
Al igual que esta mujer, yo también tenía sed de amor, de aceptación, de seguridad, de paz, de provisión, de justicia; intentando muchas veces con todas mis fuerzas saciar mi sed yendo a los pozos equivocados.
Hoy esta pregunta es para ti:
¿Cuál era el pozo donde fuiste a saciar tu sed?
Todos podemos tener un plan a, b, c para satisfacer nuestras necesidades, pero puede que no sea el plan correcto, ya que cualquier fuente que no sea Jesús sólo nos saciará temporalmente.
Si conocieras el don que Dios tiene para ti y con quién estás hablando, tú me pedirías a mí, y yo te daría agua viva.
(Juan 4:10)
Si tan solo supiéramos y entendiéramos los regalos que Jesús tiene para nosotros cada, entenderíamos a quién podemos acudir, buscar y hablar cada día, le pediríamos agua y Él nos daría agua viva que trae:
Seguridad de la Salvación
Liberación
Salud interna
Plenitud del Espíritu Santo
Visión.
Te invito a decir esta oración:
Jesús, te pido que me ayudes a identificar cuáles son las fuentes de las que estoy bebiendo, aquellos pozos donde he intentado saciar mi sed de forma equivocada.
Perdóname por intentar hacer todo lo que está a mi alcance. Hoy te invito a entrar en mi vida. Quiero esa agua que es fuente de vida, quiero recibir la revelación de la cruz a diario, sanidad interior, sentirme libre, tener una visión clara para estar en tu propósito y así recibir cada día la plenitud de tu Espíritu Santo. Amén.
Gracias amor por recordarnos que alguna vez bebimos agua sucia para saciar nuestra sed, es más sin darnos cuenta podríamos estar en los pozos incorrectos buscando agua que no sacia.
ResponderBorrarDios quiere saciar nuestra sed, con la mejor agua.
😘
Tremenda enseñanza carito, el único pozo aal que siempre he ido a saciar mi sed , es mi señor Jesus nadie como poder beber de sus ríos de agua viva
ResponderBorrarTodos hemos sentido alguna vez una sed profunda. No es una sed que el agua común pueda calmar, ni una que el mundo logre saciar con sus promesas pasajeras. Es una sed de sentido, de verdad y un de amor genuino.
ResponderBorrarAmén así es sino es de la mano de Dios 🙏 nada sale bien ❤️🩹
ResponderBorrarPrimero mi dios dame de tu agua te necesito en mi vida
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