CÓMO EL ESPÍRITU SANTO RESTAURÓ MI CORAZÓN

 

ZAQUEO: CONVERSION, FE Y JUSTICIA

 

Entonces Zaqueo, puesto en pie, dijo al Señor: He aquí, Señor, la mitad de mis bienes doy a los pobres; y si en algo he defraudado a alguno, se lo devuelvo cuadruplicado. Jesús le dijo: Hoy ha venido la salvación a esta casa; por cuanto él también es hijo de Abraham. Porque el Hijo del Hombre vino a buscar y a salvar lo que se había perdido.

^{Lucas 19:8-10}

El 22 de enero de 2025, mi amado niño de 29 años partió con el Señor; Fueron seis días de mucho dolor, viéndolo en una cama del hospital con un respirador artificial y clamando día noche por un milagro de sanidad. Los médicos nos dijeron que no podían hacer nada por él, era incomprensible para mi escuchar todo esto después de haber pasado unas maravillosas vacaciones veinte días atrás.

El dolor era indescriptible; Era mucho el agotamiento físico y moral pero la fe aún seguía intacta. “DIOS, TÚ ERES JUSTO, ERES BUENO, DEVUELVEME A MI HIJO PERFECTAMENTE SANO” era mi oración. Pero me enfrenté a una dura realidad, ya que mi hijo no mejoraba; Pero una Mamá no entrega a su hijo fácilmente; Mi oración empezó a ser diferente, y con el corazón destrozado pedí al Señor una revelación que de alguna forma me confirmara que mi hijo estaría a su lado por la eternidad.

Con mucho dolor llegué el último día al hospital y besando sus manos le dije: MI AMOR VETE TRANQUILO, TU PAPITO DEL CIELO TE ESTÁ ESPERANDO. No pasó un minuto cuando el médico se acercó y nos dijo a mi esposo y a mí: “ACABA DE PARTIR”. Entre dolor y lágrimas sentimos la presencia del Espíritu Santo en Nosotros y empezamos a reír y glorificar al Señor, mi niño de verdad se había ido a los brazos de su padre.

 

En ese momento vino a mi mente las palabras de Job: “DIOS DIÓ, DIOS QUITÓ, BENDITO SEA EL NOMBRE DEL SEÑOR” Y al lado de su cama prometí servirle al Señor hasta la eternidad. Hoy vivo con la única esperanza y la motivación de podernos encontrar en el cielo.

Cuando pienso en Zaqueo, un hombre rico pero odiado por la gente y que no tenia al Señor en su corazón, pero que buscó de alguna manera encontrarse con Jesús, buscando un cambio en su vida. Hoy puedo entender que cuándo Jesús pasó junto a Zaqueo y lo llamó, su vida fue transformada y en un acto de fe lo aceptó; se arrepintió, devolvió lo hurtado, repartió sus riquezas a los necesitados y tuvo la seguridad de la salvación.

No esperemos a que nos pasen tragedias en nuestra vida para ser hijos obedientes; Empecemos desde hoy a dar pasos de fe; Al fin y al cabo sea hoy, sea mañana o en algunos años lo único que anhelamos, es la salvación.

¿Que Dios es Justo? Si, en ambos casos puedo ver a un padre de misericordia poniendo todo en orden; a Zaqueo lo llamó a salvación en vida y a Mi Príncipe lo llamo a salvación en el cielo. Así como Zaqueo se apartó de su pecado y caminó fielmente con el Señor; por mi parte todo esto me ha enseñado a depender más de Dios, vivir en santidad, ser obediente, perseverar en el llamado y agradar a Dios

Cada día clamo por la conversión de toda mi familia y sobre todo mis generaciones, oro para tener la fe suficiente y verlos a los pies del Señor y creo en La Justicia Divina.

Agradezco de todo corazón a todas las personas que nos apoyaron en oración, A nuestros líderes, consiervos, amigos y familia que nos acompañaron y nos motivaron con sus abrazos y palabras de aliento y a Mi Amado esposo y mi Hermosa hija ¡Mil gracias!

 Con amor mariluz Acuña