*DIOS TE RESPALDA CUANDO HABLAS*

En nuestro caminar diario, enfrentamos muchas situaciones donde nuestras palabras tienen poder. Ya sea compartiendo nuestra fe, dando testimonio o simplemente expresando nuestras necesidades, las palabras que decimos no son en vano. Pero, ¿qué sucede cuando sentimos que estamos solos o que nuestras palabras no tienen impacto? La respuesta la encontramos en Hechos 1:8: 

Pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria, y hasta lo último de la tierra.

Este versículo nos recuerda que no estamos solos en nuestras expresiones. Cuando Dios envió el Espíritu Santo a los discípulos, les dio poder y respaldo divino para ser testigos en cualquier lugar y situación. La promesa también es para nosotros hoy. Cuando hablamos en fe, en oración o compartimos la palabra, Dios respalda nuestras palabras con su poder.

*¿Qué significa que Dios respalda nuestras palabras?*

Significa que no importa cuán inseguro te sientas o cuán difícil sea la situación, la presencia del Espíritu Santo en tu vida asegura que tus palabras tengan impacto. Dios actúa a través de tus declaraciones de fe, de tus oraciones y de tu testimonio. Cuando hablas con fe y convicción, el respaldo divino se hace presente para que tus palabras tengan poder y autoridad en el reino espiritual.

*¿Cómo podemos asegurarnos de que Dios respalda lo que decimos?*

1. *Oración y comunión con Dios:* Busca siempre la dirección del Espíritu Santo en tus palabras. Ora antes de hablar y permite que Dios te guíe.

2. *Confianza en la promesa:* Recuerda que tienes el respaldo del cielo. No te desanimes por las circunstancias o por la opinión de los demás.

3. *Vivir en obediencia:* La presencia del Espíritu Santo se aumenta en aquellos que viven en obediencia a la palabra de Dios y en justicia.

4. *Hablar con fe:* Declara las promesas de Dios, usar tus palabras para edificar y fortalecer. La fe activa abre puertas para que el poder de Dios se manifieste.

Querido amigo, recuerda que cuando hablas con fe, Dios te respalda. Tú no estás solo en tus palabras, porque el Espíritu Santo está contigo.

Con Cariño William Suárez