CADA UNO ES UN LÍDER

“Lo que has oído de mí ante muchos testigos, esto encarga a hombres fieles que sean idóneos para enseñar también a otros.” 

2 Timoteo 2:2

En la visión de Dios para la iglesia está el llamado a formar discípulos que, a su vez, formen a otros. La Palabra nos recuerda que el liderazgo no se trata de títulos ni posiciones, sino de disposición y fidelidad. Cada creyente es visto por Dios como un líder en formación, alguien con el potencial de influir positivamente en la vida de otros, guiándolos en el camino de la fe.

El apóstol Pablo instruyó a Timoteo a transmitir lo aprendido a personas fieles que pudieran enseñar también a otros. Este principio es clave: la verdadera madurez espiritual no se mide solo por cuánto conocemos, sino tambien por cuánto compartimos y multiplicamos en otros.

La visión de nuestra iglesia enfatiza precisamente esto: todo creyente tiene el potencial de ser un líder que forme y discipule a otros. No importa tu edad, experiencia o dones; Dios te está moldeando día a día para que seas una influencia transformadora para tu familia, tus amigos, tu trabajo y tu entorno.

Siempre Recuerda que estás en proceso de formación. Dios te está preparando, capacitando con Su Espíritu y Su Palabra para impactar a otros.

Oración: Señor Dios, te doy gracias por la bendición que me das de poder llevar tu palabra, por haberme elegido y llamado, para un propósito tan lindo como lo es hablarle a las personas de tu Palabra. Perdón si algunas veces he dejado pasar la oportunidad de predicar tu palabra. Ayudame a ser un reflejo tuyo, no solo en lo que digo, sino en la forma en la que actuó, te doy gracias por mi vida, por nuestra iglesia y te pido que seamos instrumento en tus manos para que la palabra llegué a tantas personas que necesitan escucharla, en el nombre de Jesús, Amén.

Con amor, Santiago.



Comentarios

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

CÓMO EL ESPÍRITU SANTO RESTAURÓ MI CORAZÓN