EL AMOR ES LA BASE DE TODA CÉLULA

“En esto conocerán todos que sois mis discípulos, si tuviereis amor los unos con los otros”

Juan 13:35

 

No sé si alguna vez te has preguntado ¿Por qué no crezco ministerialmente, si oro, ayuno, vivo en santidad y evangelizando con constancia? Y es una pregunta muy común cuando estás conociendo a Jesús y quieres expresar ese amor tan grande con que Cristo mismo te llenó cuando te encontró. Pero hay una segunda pregunta que no solemos hacernos, y que resuelve toda duda y dificultad y nos acerca más a la voluntad del Padre de lo que creemos, y es ¿Cuál es mi motivación al crecer ministerialmente?

La respuesta a esa pregunta no es fácil de responder, menos con la perspectiva que nos da el mundo de conquistar nuestros objetivos a toda costa, sin importar por encima de quién debamos pasar para cumplir con lo que consideramos correcto, pero Jesús nos dejó en claro cuando vino a este mundo cuál es la única razón por la que debemos hacer lo que hacemos en nuestra vida ministerial, y es el amor.

“Nadie tiene mayor amor que este, que uno ponga su vida por sus amigos” Juan15:13

Jesús mismo se entregó para salvar la vida de aquellos a quienes consideraba sus amigos, aunque nosotros no nos comportábamos como tal, decidió que entregar hasta la última gota de su sangre por aquellos a quienes el consideraba sus amigos, era la mejor de todas las decisiones. Eso nos trajo a ti y a mí a este camino en que actualmente andamos, pero es necesario que entendamos que sin amor por los demás, todas nuestras obras serán un acto vacío y carnal sin sentido, que solo responde a un objetivo humano y no al propósito que viene del Reino de los cielos (1 Corintios 13).

El amor que tienes para aquellos que el Señor te puso al lado para predicar el evangelio, también importa, pues, si no amas a las personas que Dios usa para orar por ti en el ministerio, ¿cómo amarás a alguien que no conoce a Jesús? empieza amando a aquella segunda familia que Jesús escogió para ti, pues aunque no somos perfectos, el perfecto amor de Jesús cubrirá toda falta y nos unirá para cumplir el propósito, como fieles soldados que confían uno en otro.

“No me elegisteis vosotros a mí, sino que yo os elegí a vosotros, y os he puesto para que vayáis y llevéis fruto, y vuestro fruto permanezca; para que todo lo que pidiereis al Padre en mi nombre, él os lo dé”

Juan 15:16

Querido Lector, hoy te invito a hacer la siguiente oración: “Señor Jesús, gracias por esta hermosa palabra que traes a mi vida acerca del amor y la bondad, reconozco que no siempre he predicado por amor a mi prójimo, o que tal vez no he apreciado a quienes has puesto a mi lado, pero vengo a ti, con un corazón dispuesto a sanar, a amar, y a entregar su vida por sus amigos, cómo lo hiciste tú, muchas gracias Señor, en el nombre de Jesús Amén.

Con amor, Wilson Leal.



Comentarios

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

CÓMO EL ESPÍRITU SANTO RESTAURÓ MI CORAZÓN