La Santidad la puerta para conocer a Dios


 


“…14 Esfuércense por vivir en paz con todos y procuren llevar una vida santa, porque los que no son santos no verán al Señor…” (hebreos 12: 14)

 

La esencia de Dios es su santidad, y Él quiere que nosotros como sus hijos adquiramos su identidad y por ende que fortalezcamos nuestra santidad para que podamos tener una relación estrecha con Él.

 

Este es un trabajo que debo realizar, mi anhelo es poder entrar al lugar Santísimo donde quiero tener la presencia de Dios, pero esto no ocurrirá hasta tanto no comience a perfeccionar mi santidad, que solo se logra llevando toda carnalidad a la cruz, muriendo a mi yo y especialmente estando sumergido en la palabra.

 

En este contexto, quiero hacer referencia que aquellos que recibimos a Jesús en nuestros corazones, debemos comenzar a vivir en santidad y en cuanto una persona más fortalece su santidad está alcanzando una mayor relación con Dios y además nos parecernos cada día más a nuestro Padre Celestial.

 

Muchas veces pretendemos ver milagros y cosas extraordinarias por parte de Dios en nuestras vidas, pero que no logramos obtenerlas simplemente por que no estamos en santidad. Jesús anhelaba desde un inició que sus discípulos hicieran milagros aún más grandes de los que Él realizó, pero por incredulidad no los lograron obtener, pero cuando éstos fueron llenos del Espíritu Santo (mediante la Santidad) hicieron milagros que sobrepasaron sus expectativas.   

Un ejemplo que me impactó de la biblia fue la vida de Moisés, quien cada vez que sostenía un encuentro o momento de intimidad con Dios, era tal su comunión que su rostro resplandecía, reflejaba la misma santidad de Dios, “…29 Y aconteció que descendiendo Moisés del monte Sinaí con las dos tablas del testimonio en su mano, al descender del monte, no sabía Moisés que la piel de su rostro resplandecía, después que hubo hablado con Dios. 30 Y Aarón y todos los hijos de Israel miraron a Moisés, y he aquí la piel de su rostro era resplandeciente…”. (Éxodo 34:29-30).


En el libro “Tesoros de la Santidad” del Pastor Laudjair Guerra dice “al recorrer el camino de la santidad, la identidad de Dios comienza a restaurarse en nosotros. Y cuanto más santos seamos, más nos asemejamos a Dios… cada vez que decimos no al pecado y abrazamos la santidad aparece el rostro de Dios en nuestra cara…”, esto es una revelación a mi vida, que cada vez que recorremos el camino de la santidad seremos como Moisés, tendremos ese resplandor en nuestras vidas, tendremos más semejanza a Dios.

Otro tema que me marcó del libro fue que el placer del pecado jamás podrá igualar el placer de estar en relación intima con Dios.

Otro factor que genera estar en Santidad es la protección que tenemos en nuestras vidas y la de los seres amamos, es como un paraguas, entre más grande más será su cobertura.

 

Oración: 

Señor hoy clamo a ti para que cada día de mi vida tenga la revelación de tu Santidad, que mi vida este totalmente rendida a ti y que de esta manera pueda entrar al Lugar Santísimo, donde podre tener el gozo de estar en tu presencia, te amamos Dios y que siempre estemos llenos y con el poder del Espíritu Santo.

Con cariño, Victor Triviño 



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