AMOR EN TIEMPOS DE PARO 

“Cuando nosotros los pecadores no podíamos salvarnos, Cristo murió por nosotros. Murió en el momento elegido por Dios. En realidad, no es fácil que alguien esté dispuesto a dar su vida por otra persona, aunque sea buena y honrada. Tal vez podríamos encontrar a alguien que diera su vida por alguna persona realmente buena. Pero Dios nos demostró su gran amor al enviar a Jesucristo a morir por nosotros, a pesar de que nosotros todavía éramos pecadores.”

‭‭Romanos‬ ‭5‬:‭6‬-‭8‬ ‭TLA‬‬

Pocas cosas en la vida serían más horribles que la crucifixión romana. Era un medio de ejecución brutal, diseñado para infligir dolor, causar una muerte lenta y agonizante, y ser un espectáculo público del poder y la dominación del gobierno romano. La crucifixión de Jesús fue peor que la mayoría, o quizás que todas las demás. Jesús fue golpeado con puños, varas y látigos. Le arrancaron la barba y le pusieron una corona de espinas afiladas en la cabeza. Estaba profundamente herido y ensangrentado incluso antes de que le insertaran los clavos en las manos y los pies. La crucifixión de Jesús fue terrible. También es, quizás, la imagen más vívida del amor perfecto que el mundo haya visto jamás.

Jesús no tenía que morir. Todos podríamos haber vivido simplemente vidas vacías y luego ir al infierno. Jesús vino específicamente a morir en la cruz, por nosotros. En ese momento, a la humanidad no le importaba. La Biblia deja claro que no merecíamos Su sacrificio, ni siquiera lo queríamos o pensábamos que lo necesitábamos. No éramos personas piadosas, sino pecadores. No podíamos ayudarnos a nosotros mismos, y no queríamos la ayuda de Dios. De hecho, éramos Sus enemigos. Sin embargo, siendo todas estas cosas verdaderas, Jesús vino a propósito para morir en la cruz. ¿Quién haría eso? y ¿por qué alguien lo haría?

La respuesta es que Dios lo hizo y lo hizo porque nos ama. Él desea tener una relación íntima y amorosa con nosotros y está dispuesto a llegar a los extremos más extremos para hacerlo posible. Es un amor mucho más profundo de lo que podemos imaginar. No podemos comprenderlo completamente, pero sí podemos abrazarlo, recibirlo y experimentarlo.

Si no te sientes amado, mira la cruz. Si te sientes rechazado o traicionado, mira la cruz. Si te sientes vacío y sin esperanza, mira la cruz. Si te sientes inútil, mira la cruz. El horror absoluto de la cruz representa un amor insondable. El verdadero amor, el amor perfecto de Dios por nosotros, se revela a través de la cruz.

Si te ha gustado este plan de lectura, te invitamos a conectarte con ILI y descubrir cómo puedes marcar la diferencia e impactar este mundo para Jesús. 

TOMADO DE INTERNACIONAL LIDERSHIP INSTITUTE