HOMBRE SACERDOTAL

 HOMBRE SACERDOTAL 




"Pero ustedes son linaje escogido, real sacerdocio, nación santa, pueblo adquirido por Dios, para que anuncien las virtudes de aquel que los llamó de las tinieblas a su luz admirable"

1 Pedro 2:9


Siempre pensé que mi labor como padre consistía en asegurar que a mis hijas no les faltara nada, que lograran y superaran lo que yo no había podido alcanzar. Mi pasado estuvo marcado por la ausencia de amor paterno y la lucha constante de mi madre para sacarnos adelante. Los momentos de ternura o amor en mi hogar se manifestaban únicamente como actos de servicio por parte de mis padres.


Crecí en medio de necesidades económicas, donde la violencia familiar era el pan de cada día, hasta el punto de hacerme valiente para enfrentarme a mi padre por su crueldad. Entre mis hermanos, el amor y el respeto eran prácticamente inexistentes. Esto me convirtió en un hombre autosuficiente e individualista, acostumbrado a resolver todo por mí mismo, guardando mis sentimientos sin expresarlos, pues nadie parecía dispuesto a recibirlos.


Dios me regaló una familia: mi esposa, mi hija mayor Laura, y Zoe. Quince años después llegó la bendición de mi hija menor, Zoe, y nunca imaginé que también me daría un hijo mayor, mi yerno Andrés. Mi familia siempre me inspiró esa ternura, protección y amor que había guardado en mi corazón, pero no sabía cómo educarlos para protegerlos de los excesos. Mis sentimientos se convirtieron en un problema, y confundí la autoridad.


Con el tiempo, sin que me lo propusiera, Dios me ha transformado, y poco a poco me ha convertido en ese hombre sacerdote, entendiendo su dirección y cumplimiento de su palabra. Salí de las tinieblas de mi pensamiento para guiar a mi familia hacia esa luz admirable, valorando el privilegio de ser escogido para recibir la sabiduría de Dios y su dirección. Hoy veo a mi familia y a mis generaciones como ese pueblo santo. Dios me ha dado autoridad, no como yo la concebía (hablando fuerte, proveyendo, etc.), sino una autoridad basada en el amor y el respeto. Ahora entiendo que debo extender su palabra, y siento la necesidad de no callar, porque la gente realmente necesita esa Luz que es Cristo.


Querido lector, quiero expresarte que, aunque aún sigo en proceso, Dios me está formando para sentir las necesidades de los que no conocen a Cristo. Él me da el tiempo para crecer en mi sacerdocio, predicar su Reino, pero lo más especial es ver cómo el Señor toma a mi familia y cómo ellos, poco a poco, aman al Señor y ocupan esos lugares de gracia, donde su amor lo suple todo.


Oración:  Señor, permíteme día a día morir a mi yo, a mi vieja naturaleza, y lléname más de ti. Llena mi vida de tu Espíritu Santo, para que cada día pueda reflejar el carácter de Cristo en mi hogar, con mi familia, amigos y discípulos. Llena mi corazón de tu amor y dame sabiduría para tomar las decisiones correctas cada día. Bendice mi hogar, y te doy gracias por la familia que me diste, porque en ellos veo el reflejo de tu gran amor.


Bendiciones, Vicente Espinosa.



Comentarios

  1. Definitivamente cuando Dios cambia y restaura un hombre, cambia toda una familia y toda su generación. Gloria a Dios!

    Juan Sebastián Jaimes

    ResponderBorrar
  2. Que bendición contar en casa con un sacerdote, eso cambia toda una generación, sabemos que Dios ha hecho y seguirá haciendo una obra en ti Vicente, muy edificante tú mensaje, Nohora 🙏

    ResponderBorrar
  3. Amigo vicente gran blog ..Debemos ser sacerdotes y reyes en nuestros hogares a través de Jesús

    ResponderBorrar
  4. El plan del SEÑOR JESUCRISTO es hacernos nombres conforme a su corazón y que el mejor testimonio se vea reflejado a través de nuestra vida

    ResponderBorrar
  5. Como familia vemos ese amor incondicional que es mi esposo. Solo dar gracias y continuar en esta guerra contra el enemigo. Con el respaldo más poderoso para no callar.

    ResponderBorrar
  6. Fuimos llamados a ser reyes y sacerdotes para el señor, que cada día el nos ilumine para cumplir con este propósito.
    Gracias Vicente, edificante testimonio.

    ResponderBorrar
  7. Papi hoy te doy gracias porque te determinaste a creer y soñar que Dios cambiaría tu familia, fuiste muy valiente y determinado en medio de todo lo que vivíamos, te amo papi y gracias por cada oración 🤲 porque ahora veremos una generación que le cree a un Dios te amor. Muy lindo tu Blog ❤️❤️
    Tú hija ❤️ Laura Espinosa

    ResponderBorrar
  8. Aveces las familias pueden llegar a generaron traumas pero solo nosotros decidimos si nos quedamos con eso o seguimos el camino que Dios tiene un nuestra vida. Gran reflexión

    ResponderBorrar
  9. Gracias Vicente por compartir tu testimonio Dios la obra que empezó en nosotros la irá perfeccionando día a día , Dios te Bendiga

    ResponderBorrar
  10. Es verdad ,cuando nos disponemos a que el señor nos cambie ,su amor y misericosdia, es fiel cada dia, a pesar de nuestras luchas su amos fiel ,lo cambia todo..

    ResponderBorrar
  11. Don Vicente muchas gracias por ese testimonio tan lindo 🙌🏻

    ResponderBorrar
  12. Nosotros como discípulos entendemos y damos a conocer la palabra del señor y gracias a uds familia por darnos esa guía, protección , acogernos y enseñarnos a conocer ese plan que tiene nuestro señor en nuestras vidas. Dios les sigue bendiciendo infinitamente.

    ResponderBorrar
  13. Vicente que tremendo testimonio, y es ver que cuando colocamos nuestras vidas en las manos de Dios, el hace de nosotros Reyes y sacerdotes, y la unción para conquistar, Bendiciones

    ResponderBorrar
  14. Patricia Benitez Carreño4 de septiembre de 2024, 4:25 p.m.

    Vicente has sido un hombre que se determinó seguir y servir al Señor y El te ha traído recompensa.

    ResponderBorrar
  15. Don Vicente muchas gracias por tan bonita reflexión, cada día debemos recordar que Jesús nos hizo merecedores de algo que jamás hubiésemos logrado en nuestra proponías fuerzas, gracias por ser un ejemplo del amor de Cristo y ser un hombre correcto, honesto, gran padre, gran esposo y sobre todo un gran hijo.
    Att. Andrés Bernal

    ResponderBorrar

Publicar un comentario

Entradas más populares de este blog

QUIERO TIRAR LA TOALLA, ¿QUÉ HAGO?

NO TE DEJARÉ… NUNCA