NO TE DEJARÉ… NUNCA

 

DIOS NOS DESAFÍA

Desde los días de vuestros padres os habéis apartado de mis leyes, y no las guardasteis. Volveos a mí, y yo me volveré a vosotros, ha dicho Jehová de los ejércitos. Mas dijisteis: ¿En qué hemos de volvernos? ¿Robará el hombre a Dios? Pues vosotros me habéis robado. Y dijisteis: ¿En qué te hemos robado? En vuestros diezmos y ofrendas.

Malaquías 3:7-8

Dios tiene un plan para todas las áreas de nuestra vida y eso incluye nuestro dinero. Pero nuestro corazón no puede servir a 2 dioses: Al Señor y a mamón (dios del dinero).

Cuando damos al Señor la parte que le corresponde de nuestro dinero (10%) nuestra situación económica se convierte en la responsabilidad de Dios, y estaremos demostrando cual es nuestro corazón para con Él, pues nuestra actitud con respecto al dinero muestra nuestra actitud para con Dios. Es necesario aprender a pensar como Dios piensa y solo así permitiremos que se desarrolle el carácter de Jesús en nuestras vidas.

En el libro de Malaquías el Señor nos lanza un desafío:

Volveos a mí y yo me volveré a vosotros: El pueblo le pregunta ¿en qué hemos de volvernos? y El Señor responde que le hemos robado al no llevar nuestros diezmos y ofrendas. Su desafío es que nosotros le probemos llevándolos a la casa de Dios.

Al probar a Dios debemos actuar en fe, primero debemos creerle, luego obedecer y hay 4 cosas a tener en cuenta:

1.   Dios tiene un registro de lo que llevamos a la casa de Dios.

2.   No entregar la porción de Dios, es robarle.

3.   Traer los diezmos rompe la maldición y trae una bendición. Ser fieles trae la bendición de Dios y ser infieles trae la maldición.

4.   El obedecer en nuestros diezmos es una muestra de nuestra fe, que nos permite ver la fidelidad de Dios.

La llave para aprender a dar es gracia. La ley es externa, pero la gracia es interna, opera desde adentro nuestro, escrita por el Espíritu Santo en nuestros corazones. La gracia se manifiesta en un intercambio: Jesús siendo rico se hizo pobre, para en su pobreza enriquecernos”.

Resumen extraído del libro de Derek Prince: “El plan de Dios para su dinero”

Así que es necesario permitir que el Espíritu Santo escriba en nuestro corazón las palabras: dar y prosperidad.

Creo que de las cosas que más nos cuesta especialmente cuando recién llegamos a los caminos del Señor es lo que se refiere al diezmo. En mis primeros tiempos de líder de célula, visitaba a 2 jovencitas que eran sobrinas de un Pastor de la ciudad de Cota, y en nuestra iglesia los Pastores tenían un auto Mercedes Benz. Recuerdo que alguien me dijo que seguramente lo habían comprado con los diezmos de la gente y yo permití argumentos en mi corazón.  Pero una noche que llegué a dictar la célula ellas me dijeron: tu Pastor tuvo reunión con mi tío y otros Pastores y contó el testimonio de su carro. Dijo que tenía un sentra: “sentra” el agua, “sentra” el polvo… y un día que se le apagó y no podía prenderlo le dijo al Señor: “Mira yo soy tu siervo, este carro no es testimonio, por favor cámbiamelo”. Lo llamaron a orar por una persona enferma y se sanó, y la familia en gratitud le regaló ese carro.

Ese día llegué a pedirle perdón al Señor por pensar y juzgar lo que no tenía por qué hacer. Y entendí cómo muchas veces nos argumentamos sin conocer la verdad de muchas situaciones.

#TIEMPO DE ACEPTAR EL DESAFIO: PROBAR A DIOS LLEVANDO NUESTROS DIEZMOS Y OFRENDAS AL ALFOLI

Con amor, Carlos y Stella Castro.