La familia como diseño divino y la importancia del Espíritu Santo.
Josue 24 : 15 Y si mal os parece servir a Jehová, escogeos hoy a quién sirváis; si a los dioses a quienes sirvieron vuestros padres, cuando estuvieron al otro lado del río, o a los dioses de los amorreos en cuya tierra habitáis; pero yo y mi casa serviremos a Jehová. En primer lugar debemos entender que la familia es una idea de Dios, el matrimonio es la extensión de su propia naturaleza. Dios hizo al hombre y la mujer, los diseñó con todo su cuidado y amor, somos su obra maestra, y los colocó en el huerto del Edén, es decir que los puso en el mejor lugar. El propósito que Dios tiene con cada familia lo podemos resumir en tres aspectos, basado en Genesis 1 vs 28: Fructificar: el fruto de la familia debe ser la santificación Multiplicar: es la extensión de la familia Señorear: es la autoridad y el gobierno dado por Dios para la familia. Podemos afirmar que, una familia guiada por el Espíritu Santo podrá cumplir el propósito para la cual fue creada. Desafortunadamente, vemos que