Predicar con mansedumbre y respeto
Más bien, honren en su corazón a Cristo como Señor. Estén siempre preparados para responder a todo el que les pida razón de la esperanza que hay en ustedes. Pero háganlo con gentileza y respeto. (NVI) 1 Pedro 3:15 Cuando leí este versículo sentí que Dios me estaba hablando a mí. Me recordó que no basta con saber lo que dice la Biblia o tener los argumentos correctos, sino que lo importante también es la manera en la que hablo. Muchas veces he querido compartir mi fe con otros, pero me doy cuenta de que la forma en la que lo digo puede abrir el corazón de una persona o cerrarlo. Este pasaje me enseña que no se trata solo de lo que digo, sino de cómo lo digo. Puedo hablar con mucha seguridad, pero si lo hago con un tono duro o sin respeto, la persona puede sentirse herida y rechazar el mensaje. Al final, hablar de Jesús no se trata de ganar una discusión, sino de mostrar Su amor a través de mis palabras y mi vida. Jesús es el mejor ejemplo de esto. Él, siendo el Hijo de Dios, nunca trató...