Siendo Verdaderos y Misericordiosos
23 ¡Ay de vosotros, escribas y fariseos, hipócritas! porque diezmáis la menta y el eneldo y el comino, y dejáis lo más importante de la ley: la justicia, la misericordia y la fe. Esto era necesario hacer, sin dejar de hacer aquello. Un hombre cayó en un pozo y no podía salir. Pasó un optimista y dijo: “No estás tan mal. Podrás salir”. Pasó un pesimista y dijo: “¡Qué horror! ¡Nunca saldrás de allí!” Pasó una persona objetiva y dijo: “Es lógico que alguien caiga allá dentro”. Pasó una persona autocompasiva y dijo: “¡Usted no ha visto nada hasta que vea mi pozo!” Pasó un legalista y dijo: “Probablemente mereces estar en ese pozo”. Pasó un fariseo y dijo: “Solo gente mala cae en los pozos”. Pasó un oportunista y dijo: “¿Cuánto estás dispuesto a pagar por salir?” Pasó un psicólogo y dijo: “A lo mejor es culpa de tus padres, que estés ahí”. Pasó un moralista y dijo: “Ahora que te has manchado en ese pozo ¿Quién te va a querer?” Pasó un periodista y dijo: “Quiero un